¿Qué significa que HSLDA sea una organización cristiana?
Significa que todos los empleados de HSLDA somos cristianos; por lo mismo, queremos realizar nuestras labores diarias de la mejor manera posible, como si estuviéramos trabajando directamente para nuestro Señor. Todo lo que hacemos está motivado por nuestra gratitud y amor a Dios, amor a quienes servimos y pasión por hacer posible la educación en el hogar. Nuestro fruto es nuestro servicio y queremos que todo nuestro personal comparta las cualidades de Jesús al servir a nuestro prójimo: honestidad, integridad, excelencia, empatía, gracia, humildad, generosidad, buena administración y cuidado.
Nuestros valores cristianos fundamentan nuestra creencia de que estamos llamados a servir a todos y que todas las familias son libres para educar en casa. No exigimos que los miembros de HSLDA sean cristianos o religiosos. Servimos a cada uno de nuestros miembros con cuidado, dignidad y respeto, independientemente de sus creencias o posturas religiosas (no sabemos de su perspectiva sobre Dios a menos que nos la compartan).
¿Qué significa ser cristiano?
La palabra «cristiano» se le atribuyó a los primeros seguidores de Jesús y el nombre ha perdurado hasta nuestros días.
Ser cristiano no significa cumplir con normas y reglamentos, ni realizar rituales o ir a la iglesia. Se trata de una amistad –una relación– con Jesucristo. Así lo dijo Él mismo: conociéndole, abrimos la puerta a una relación especial con Dios.
Jesús dice que podemos dar inicio a esa relación si nos comprometemos a seguirle.
Esta explicación de lo que significa ser cristiano es una adaptación del material proporcionado por Agapé UK y se utiliza con su permiso.
¿En qué creen los cristianos?
Los cristianos creen que están separados de Dios por el «pecado», palabra que utilizan para describir las actitudes y acciones que nos apartan de una relación de amor y confianza con Dios.
Los cristianos creen que Jesucristo es el Hijo de Dios y que vino al mundo a abrir un camino para que cada persona se reconcilie con nuestro Dios amoroso. La reconciliación con Dios no consiste en ganarse su amor o su favor. No podemos «ajustar cuentas» cumpliendo con reglas o pagando por adelantado.
Jesús hace posible una relación con Dios porque Él asumió las consecuencias de nuestros pecados y murió en la cruz por nosotros; y cuando resucitó, rompió el poder del pecado sobre nosotros para darnos una vida nueva. Nuestra vida nueva comienza inmediatamente y es para toda la eternidad: Jesús nos promete que experimentaremos la alegría de conocer a Dios y de ser plenamente conocidos y amados por Él para siempre. Cuando recibimos este regalo, Dios nos perdona y nos acepta: pasamos a formar parte de su familia.
¿Tiene dudas?
¿O tal vez está dispuesto a reconciliarse con Dios ahora mismo?
Si es así, puede decírselo a Dios usted mismo, orando de la siguiente manera:
«Señor Jesús, por favor, haz de mí la persona que quieres que sea. He seguido mi propio rumbo y lo siento. Gracias por morir en la cruz para eliminar todas las barreras que he construido entre tú y yo. Por favor, ven y toma el primer lugar en mi vida. Amén».
Siempre que una persona expresa este tipo de actitud a Dios y le pide a Jesús que entre en su vida, puede estar seguro de que Él lo hará. Jesús prometió hacer justamente eso y, al ser Dios, no rompería una promesa.
Seguir a Jesús hace de una persona un cristiano, un miembro de la familia mundial de Jesucristo; una familia comprometida a ayudarse mutuamente para hacer una verdadera diferencia en el mundo.
Para cualquier persona que tome el paso de seguir a Jesús, tan solo será el principio. Pronto se encontrará hablando con Él, como lo haría con un amigo. Eso es orar. Querrá saber más de Él y leerá la Biblia. Buscará reunirse con otros en Su familia. Eso es ir a la iglesia.
Y deseará vivir de la manera que Él quiere que viva.
Esta explicación de cómo reconciliarse con Dios –acerca de convertirse en cristiano– es una adaptación de material proporcionado por Agapé UK y se utiliza con su permiso.
Como organización, ¿en qué cree HSLDA?
Nuestros líderes, directores y empleados viven según las enseñanzas fundamentales del cristianismo. A pesar de venir de diversas denominaciones y tradiciones cristianas, compartimos las siguientes creencias:
Hay un solo Dios, que existe eternamente en tres Personas (la Trinidad): Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dado que los seres humanos son pecadores por naturaleza e inherentemente necesitados de salvación, Dios se hizo carne para salvarnos: Jesucristo, el Hijo, que fue concebido por Dios en una mujer virgen, María. Al morir, Jesús recibió las consecuencias del pecado que merecíamos, luego resucitó de entre los muertos y volverá a la tierra en la Segunda Venida.
La salvación que Jesucristo hizo posible para nosotros se alcanza exclusivamente por la fe en Él y en Su sangre derramada. Encontramos todas estas verdades en la Santa Biblia, que es la Palabra de Dios, revelada e infalible.
Agradecemos a Dios por habernos salvado; por lo mismo, tratamos de imitar a Cristo en todo lo que hacemos.
¿Qué tiene que ver todo esto con la educación en el hogar?
Creemos que Dios les ha otorgado a todos los padres el derecho y la responsabilidad de dirigir la crianza y educación de sus hijos, independientemente de sus creencias religiosas o de su espiritualidad.
En imitación de Cristo, tratamos de reflejar el amor de Dios al mundo… ¡haciendo posible la educación en casa para todas las familias! Damos la bienvenida a todos y protegemos y promovemos la libertad de todos los padres para educar a sus hijos en el hogar, sin importar que sean o no religiosos, o de su creencia religiosa.