Una familia que educa en casa en West Virginia estuvo a punto de perder algo mucho más valioso que sus recuerdos y objetos personales cuando el río Ohio se desbordó en la primavera del 2024.

Algunos de sus registros escolares fueron destruidos por la inundación y esto casi les costó el derecho a continuar educando en casa. Pero HSLDA ayudó a resolver el conflicto antes de que enfrentaran consecuencias irreversibles.

Megan Stanley decidió educar en casa a sus dos hijos menores después de que su hijo mayor fuera víctima de acoso escolar en la escuela pública. Durante años cumplió con todos los requisitos legales del estado de West Virginia y no tuvo ningún problema con las autoridades escolares… hasta octubre del año de la inundación, cuando sus hijos empezaron el grado 5 y 6.

Al comenzar a educar en casa, Megan presentó su carta de intención y también entregó copias de las evaluaciones requeridas cuando sus hijos terminaron los grados 3 y 5. Por eso, le sorprendió que el distrito escolar local la contactara pidiéndole copias de esas evaluaciones… documentos que ya no tenía debido a la inundación.

Entre confusión y escombros

Al principio, Megan pensó que todo era un malentendido causado por el caos tras el desastre natural. Su familia había pasado semanas limpiando y clasificando lo que el agua había destruido: ropa de bebé, adornos navideños y, lamentablemente, los registros escolares.

Pero cuando los funcionarios insistieron en que ella nunca había enviado las evaluaciones, Megan empezó a preocuparse de verdad. Recordó que, en años anteriores, el distrito escolar nunca le confirmó la recepción de su carta de intención ni de ningún otro documento.

«Nunca recibimos confirmación de que tuvieran nuestros registros», explicó.

Y la situación era aún más complicada: no había forma de reconstruir los documentos perdidos, ya que la maestra certificada que había evaluado a sus hijos había fallecido recientemente.

Lo peor vino después. Al parecer, las autoridades escolares, intentaron resolver la situación matriculando a los hijos de Megan en la escuela pública sin consultarle ni obtener su consentimiento.

«Eso fue el colmo», dijo Megan. «Supe que tenía que buscar ayuda legal». Y como miembro de HSLDA, sabía exactamente a dónde acudir.

Dentro del marco legal

Megan se comunicó con HSLDA, y el abogado Kevin Boden, parte de nuestro equipo legal, tomó el caso justo cuando la situación empezaba a escalar.

En febrero de 2025, el distrito escolar presentó una petición ante el tribunal de circuito para que se pusiera fin al programa de educación en casa de la familia.

Boden explicó que, según la ley estatal, un tribunal puede ordenar a los padres cesar la educación en casa si se demuestra negligencia educativa o por otras razones de peso.

Sin embargo, señaló que esa disposición legal rara vez se aplica y en el caso de los Stanley fue un uso extraordinario e injustificado de la ley.

«Nunca hubo duda de que los padres estaban proporcionando una educación adecuada», afirmó Boden. «Este era un asunto puramente administrativo y debió tratarse como tal. Por lo que entendí, lo único que los funcionarios querían era tener registros escolares actualizados».

Boden advirtió que este caso demuestra cómo algunas autoridades pueden tomar medidas drásticas incluso por simples temas de papeleo. Añadió que esta preocupación cobra aún más relevancia considerando que, en el verano anterior, algunos legisladores de West Virginia propusieron mayores restricciones a la educación en casa, incluyendo sanciones legales por documentación faltante.

Resolución y lecciones aprendidas

Después de numerosas conversaciones con los abogados del distrito, Megan aceptó que sus hijos fueran evaluados por otra maestra certificada. Los resultados se enviaron al distrito en junio, y en julio recibió la notificación oficial de que la acción judicial contra su familia había sido anulada.

«Nos quitamos un peso de encima», dijo Megan.

Sus hijos pudieron disfrutar de lo que quedaba del verano: salir con amigos, hacer caminatas y pasear en kayak.

Después de esta experiencia, una de las cosas que Megan planea cambiar en su educación en casa es cómo guarda los registros. De ahora en adelante, piensa mantener múltiples copias, incluyendo una dentro de una caja fuerte a prueba de fuego.

Boden afirmó en que prestar atención especial al cuidado de la documentación es una buena práctica y concluyó con una recomendación importante:

«Si estás teniendo problemas con funcionarios por temas de documentación, contacta a HSLDA lo antes posible para que podamos intervenir antes de que el caso llegue a los tribunales».