Mi esposa y yo hemos educado en casa durante un año. Además de las alegrías y las bendiciones que nos ha traído esta alternativa educativa, también se nos han presentado retos que debemos trabajar para el próximo año escolar.
Estar satisfecho con el horario
Durante el año pasado, nuestro hijo terminó el grado 1 y continuó con el material para el grado 2. Por ello, ¡ya casi terminamos con la mitad de algunas materias del grado 2! Nos emocionó ver cómo nuestro hijo avanzaba y completaba más de lo que era requerido.
Pero ¿sabe una cosa? A lo largo del año, siempre me preocupaba que no estuviésemos haciendo lo suficiente. Me preguntaba: «¿cómo podríamos tomarnos un día libre y hacer algo diferente si tenemos que estudiar en casa?» El hecho de que mi esposa dedicara demasiado tiempo a las clases de lengua extranjera también me preocupaba, ya que parecía quitar tiempo de MIS lecciones.
Además, ¡nos unimos a una co-op que también me quitaba tiempo de mi horario! Eso me estresó aún más. Pensaba: «¿cómo vamos a terminar sus clases si tenemos que participar como voluntarios y hacer todas estas otras cosas? La co-op y todos los demás me lo impiden».
Ahora que estamos en el verano y he tenido tiempo de revisar nuestro progreso y relajarme un poco, ¡veo que estamos adelantados! Todos los supuestos retrasos y preocupaciones, el estrés y la ansiedad eran infundados. Sin embargo, aún me preocupo por el horario. Tengo que trabajar en ello y dejar de lado la ansiedad.
Sentir que mi hijo se pierde de algo por ser educado en casa
Ocasionalmente veo a niños en una excursión escolar cuando estoy manejando. Por algún motivo, me entristece que mi hijo no tenga compañeros de clase. ¿Se está perdiendo de la oportunidad de divertirse y de convivir con otros niños?
Otras veces veo a mi hijo jugar solo en casa. Habla y canta y parece divertirse. Y entonces me pregunto: ¿se sentirá solo y por eso habla solo?, ¿qué pasaría si estuviese en una escuela tradicional?, ¿sería lo mismo? De vez en cuando dice que extraña a sus compañeros de kindergarten. Se pregunta qué estarán haciendo y a cuál escuela asistirán.
Sin embargo, mi esposa y yo tenemos creemos que la educación en casa tiene muchos más beneficios: tener más tiempo de calidad en familia y disfrutar la hora de la comida juntos. Además, aparte de estudiar en casa, mi hijo tiene muchas otras actividades sociales. Participa en una co-op semanal, clases de percusión y entrenamientos diarios de fútbol en una escuela local con sus amigos. También tiene actividades los fines de semana: senderismo, la iglesia, la escuela dominical y otras actividades que incluyen mucha socialización.
Como papá, tengo que dejar de pensar que mi hijo se pierde de ciertas cosas. Necesito recordar y enfocarme en todo lo que hemos logrado como familia. Al ver a mi hijo con otros niños de su misma edad o mayores, noto que está muy bien adaptado, es sociable y activo. Es un niño normal. Y, al ser su papá, ¡pienso que hasta es más inteligente!
Tener demasiada flexibilidad con los horarios
La educación en casa tiene la ventaja de ser flexible por naturaleza. No hay nadie que nos diga lo que tenemos que hacer cada día. Uno va a su propio ritmo, ¡y a veces esto es genial! ¿Y si nos tomamos la mañana libre y vamos a nadar con unos amigos?, ¿o compramos las cosas para nuestro campamento de este fin de semana y estudiamos más tarde?
Como mencioné anteriormente, a veces me siento nervioso si nos atrasamos en el horario. Pero otras veces me digo a mí mismo: «no pasa nada, vamos adelantados, ¡así que tomémonos algo de tiempo libre!» Lo justifico diciéndome a mí mismo que somos flexibles y que tenemos tiempo de sobra.
El próximo año, sin embargo, quiero profundizar en la idea de la flexibilidad y establecer algunos límites. Si bien es una ventaja clave de la enseñanza en el hogar, ¡tampoco queremos que nuestro hijo sienta que la educación en casa es pura libertad que no tiene límites! Sus estudios serán más exigentes a medida que crezca y requerirán un horario y una concentración más rigurosa.
No usar un horario físico
Ya que cursábamos el grado 1, sólo nos enfocábamos en unas cuantas materias formales. Todo padre de un niño en grado 1 sabe que su capacidad de atención es limitada y que la cantidad de tiempo necesaria para el aprendizaje formal no es tan extensa. El año pasado no usamos un horario físico. Terminábamos Matemáticas, Artes del lenguaje y Escritura antes del mediodía. Aunque empecemos tarde, por lo general logramos terminar todo antes del almuerzo.
Mi esposa se encarga de las demás clases, como Mandarín, Música y Formación de Liderazgo de Alabanza, de modo que seguimos sus horarios para esas clases. Ella es profesora privada de música, entonces su horario varía con frecuencia en función de sus alumnos. Por ahora, no tenemos espacio para materias que requieran un horario fijo.
Pero también reconocemos que esto es sólo el principio. Cada año, conforme agreguemos materias diarias y semanales, tendremos que ser más estrictos con el horario físico y más precisos con el manejo del tiempo. A medida que nuestro hijo crezca, tendremos que ser más eficientes para asegurarnos de que se completen las lecciones con una planificación diaria más detallada.
Dudar si mi hijo aprende lo suficiente
¿Debería mi hijo aprender historia, geografía y programación? ¿Acaso no son conocimientos importantes para la economía tecnológica actual? Por un lado, parece que tenemos mucho tiempo para para nuestras clases. Pero a menudo me pregunto si mi hijo aprende lo necesario.
A veces no estoy seguro si mi hijo está aprendiendo lo suficiente. Sin embargo, también debo recordar la edad de mi hijo. Si estudiáramos en casa todo el día, mi hijo se sentiría abrumado. A pesar de tener más control sobre nuestro horario como padres educadores en el hogar, también es importante recordar que nuestro tiempo es limitado y es imposible lograr aprender absolutamente todo.
Recientemente, encontré algunos datos interesantes sobre las escuelas finlandesas. En la escuela primaria, los niños aprenden unas cuantas materias y luego se van. Solo pasan 20 horas semanales en la escuela. Las escuelas finlandesas han sido admiradas durante mucho tiempo y esto nos anima a centrarnos en unas cuantas materias al comienzo.
Conclusión
El próximo año escolar tendré que trabajar en mí mismo y tener más fe de que mi hijo aprende lo suficiente y recordar que el tiempo es limitado. Es imposible estudiar todas las materias. Nuestro objetivo es centrarnos en unas pocas asignaturas importantes y dar a nuestro hijo la libertad y las oportunidades de aprender, crecer y explorar a su propio ritmo.
-Robert
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