¿Acaso este escenario le suena familiar? Dedica horas para crear la «clase perfecta» en casa y planea cuidadosamente cómo explicarle un tema a su hijo; pero resulta que, a la hora de enseñar la clase, su hijo lo mira como si hablara un idioma completamente distinto. Y no puede evitar preguntarse: «¿por qué esto no está funcionando? ¿me estoy olvidado de algo?».
Si ya leyó la parte 1 de esta serie, sabe que la respuesta no está en su habilidad para enseñar, ni en la capacidad de aprendizaje de su hijo. Más bien, podría tratarse de la forma en que ambos abordan el aprendizaje como equipo.
Recuerde que al educar en casa existe un equipo con dos jugadores: usted y su hijo. En la parte 1, hablamos sobre el Jugador #2, su hijo, y exploramos sus preferencias de aprendizaje: las maneras específicas en las que su estudiante asimila y procesa la información.
Ahora es el momento de dirigir nuestra atención hacia el Jugador #2 del equipo: usted, el maestro.
Así como los niños tienen preferencias de aprendizaje, los padres que educan en casa tienen estilos de enseñanza. Descubrir estos conceptos podría marcar un antes y un después en su educación en el hogar. A medida que usted comprenda cuál es su forma natural de enseñar —y cómo ésta se relaciona con (o difiere de) las preferencias de aprendizaje de su hijo— empezará a sentir menos frustración y tendrá más momentos de «¡Eureka!».
En este artículo, exploraremos qué son los estilos de enseñanza, le ayudaremos a descubrir el suyo y le mostraremos cómo adaptarlo para satisfacer las necesidades de su hijo. ¿Lista? ¡Empecemos!
Y entonces, ¿qué es un estilo de enseñanza?
Su estilo de enseñanza es exactamente lo que parece: una combinación de estrategias y métodos que utiliza para enseñar a los demás. La mayor parte de su estilo está determinado por su personalidad, valores y experiencias educativas. Aunque nunca se le haya cruzado por la mente, ¡usted ya tiene un estilo de enseñanza natural!
Los estilos de enseñanza más comunes
Los estilos de enseñanza son tan variados como las figuras de un caleidoscopio: son coloridas, con patrones únicos y cambian dependiendo de cómo gire el lente. Así como cada giro del caleidoscopio revela una figura nueva, cada padre que educa a sus hijos en casa incorpora sus propios métodos, creatividad y personalidad a la enseñanza. Aunque no existen dos perspectivas iguales, cada una tiene su propósito y belleza.
Para ayudarle a reflexionar sobre sus métodos de enseñanza preferidos, aquí le compartimos algunos estilos pedagógicos con los que podría identificarse:
- El "coach": usted orienta, inspira y ayuda a su hijo a tomar las riendas de su aprendizaje.
- El instructor: le gusta la estructura y utilizar planes detallados para alcanzar las metas educativas.
- El facilitador: adapta las lecciones a la curiosidad y los intereses de su hijo.
- El mentor: comparte sus experiencias personales y pasiones para que las lecciones resulten más entretenidas.
- El compañero: le gusta aprender juntos y fomentar la colaboración.
Cómo determinar su estilo de enseñanza
Para descubrir un estilo de enseñanza que funcione, a menudo tiene que reflexionar sobre sus fortalezas, preferencias y experiencias previas de enseñanza. Resulta muy útil hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Me funciona mejor la estructura o la flexibilidad?
- ¿Qué tipo de actividades me llenan de energía durante una clase?
- ¿Cómo conecto mejor con mis hijos cuando les enseño?
- ¿Qué retroalimentación me han dado mis hijos sobre nuestras clases?
Construir un equipo: la relación entre Jugador #1 y Jugador #2
Comentábamos que la educación en casa es un deporte de equipo en el que participan dos jugadores.
Entonces, ahora que ya conoce mejor a cada jugador, es posible que se esté preguntando qué camino seguir. ¿Cómo puede aplicar su estilo de enseñanza a las preferencias de aprendizaje de su hijo? Por ejemplo, si usted se inclina por el «estilo coach» de enseñanza y su hijo aprende mejor con métodos auditivos, ¿cómo podría aplicar estos conocimientos al enseñar?
¡Buena nueva! Su estilo de enseñanza puede complementar la preferencia de aprendizaje de su hijo. Aquí hay algunos ejemplos:
Si su hijo tiene una preferencia visual y usted tiene un…
- Estilo instructor: utilice recursos visuales como gráficos, pizarras y presentaciones detalladas.
- Estilo compañero: trabaje junto a su hijo para crear mapas mentales o pósteres de colores.
- Estilo coach: guíe a su hijo para que organice sus notas visualmente o construya diagramas para resolver problemas.
Si su hijo tiene una preferencia auditiva y usted tiene un…
- Estilo coach: tengan debates emocionantes, haga preguntas reflexivas y fomente la solución verbal de problemas.
- Estilo mentor: escuche historias, pódcast o narraciones orales para ilustrar ideas clave.
- Estilo facilitador: utilice audiolibros y permita que su hijo le explique los conceptos a usted.
Si su hijo tiene una preferencia kinestésica y usted tiene un…
- Estilo facilitador: planifique experimentos prácticos, manualidades o juegos físicos para reforzar conceptos.
- Estilo mentor: modele situaciones prácticas de la vida real, como utilizar la cocina para enseñar a medir.
- Estilo instructor: incorpore manipulativos como bloques, rompecabezas o figuras para lecciones que requieren una serie de pasos.
¡Estos son tan solo algunos ejemplos de lo que se puede hacer! Experimente con distintos enfoques y observe lo que le resulta natural y viable a largo plazo; y claro, lo que le resulta más familiar a su hijo.
Este proceso le ayudará a perfeccionar su estilo con el tiempo. A final de cuentas, se trata de combinar lo que funciona para usted, como padre, con lo que favorece el aprendizaje de su hijo.
¿Y si continuamos topándonos con obstáculos?
En lugar de ver la relación entre maestro y estudiante con su hijo como un reto, piense en ella como una colaboración. Es normal que haya diferencias entre usted y su hijo, ya que son personas diferentes; pero aquí le ofrecemos algunas maneras de resolver esto:
Eduque conforme a las fortalezas de su hijo
Planifique las clases basándose en las preferencias de su hijo cuando le enseñe material nuevo o difícil, a pesar de que no sea lo más natural para usted.
Este enfoque ayuda a que el aprendizaje sea más atractivo y menos estresante, permitiendo que su hijo conecte con el material de una forma natural. Al utilizar sus métodos de aprendizaje preferidos, sean recursos visuales, actividades prácticas o debates, puede fomentar una comprensión más profunda y aumentar su confianza.
Incorpore otras preferencias de aprendizaje
Recuerde que las preferencias de aprendizaje no son fijas: todos necesitamos enfoques diferentes en momentos distintos. Puede que un día su hijo aprenda mejor escuchando un audiolibro y que al día siguiente prefiera una novela gráfica. Esto es completamente normal.
Exponer a su hijo a otros métodos también aumenta su flexibilidad y resistencia y le ayuda a reforzar su capacidad para resolver problemas. En general, hace que su aprendizaje sea una experiencia más completa y adaptable.
Colabore con su hijo
Anime a su hijo a aportar ideas sobre cómo le gustaría aprender. De este modo, se sentirá más responsable de su educación y fomentará su autonomía. Además, esto le permitirá descubrir nuevas formas de aprender de manera emocionante y eficaz, adaptando las clases a los intereses y fortalezas de su hijo.
Utilice recursos externos
A veces encontrar tutores o co-ops que se adapten a las preferencias de aprendizaje de su hijo es justo lo que necesita para abordar una materia difícil.
Encontrar un equilibrio en su enfoque
En resumen, la educación en casa se trata de una colaboración dinámica entre los jugadores, su hijo y usted.
Su papel como maestro no es saber todas las respuestas, sino ser un guía y adaptar su estilo de enseñanza a las necesidades de su hijo. Por eso no existe un estilo de enseñanza «perfecto», sino uno que le ayude a su hijo a llegar al éxito.
Sobre todo, este viaje consiste en descubrir sus fortalezas y en comprender las de su hijo. Recuerde que sus mejores herramientas son la flexibilidad y la voluntad de crecer.
Además, recuerde que no siempre le saldrán bien las cosas, ¡y no hay problema! Lo que importa es el esfuerzo que ponga para aprender y relacionarse con su hijo. Acepte los retos, celebre las pequeñas victorias y confíe en que, poco a poco, construirá un entorno de aprendizaje en el que usted y su hijo podrán sobresalir. ¡Mucho ánimo!
En el último artículo de esta serie, hablaremos sobre los métodos educativos más comunes (es decir, las filosofías educativas). ¡Existe una amplia variedad y probablemente sorpréndase sorprenderá al leer sobre todas sus opciones!