Cuando Spencer Kelly era más joven, le resultaba difícil el simple hecho de conversar con alguien. Actualmente, este joven de 16 años con síndrome de Asperger se ha convertido en un portavoz de cómo la educación en casa puede ayudar a sobresalir a estudiantes con dificultades.

En cinco años de aprendizaje en casa, Spencer ha pasado de ser callado y distraído a ganar torneos y a lanzar su propio negocio. Estos logros le consiguieron una invitación para hablar en la Conferencia Mundial sobre Autismo que se celebra este mes en Portland, Oregón. 

Spencer planea compartir su propia experiencia sobrellevando el síndrome de Asperger, una forma de autismo.

Hora de volver a casa

En el caso de Spencer, la educación en el hogar ha sido un excelente medio para abordar cuestiones de desarrollo, como era de esperarse; pero su madre Tracie admite que optaron por hacerlo casi como último recurso.

«Era un proceso muy nuevo para mí», dice. «No estaba familiarizada al cien por ciento con la educación en el hogar, pero él necesitaba estar en un entorno que le hiciera bien. Y el único lugar que se nos ocurría era en casa».

Spencer asistió a una escuela pública charter hasta el grado 5. Como le resultaba difícil concentrarse en un salón de clase, a menudo se recluía en el mundo de los libros. Esto incrementó la presión de interactuar con otros estudiantes.

«Apenas podía hablar», explica Spencer. «Mi mente divagaba».

Finalmente, en el grado 5 se sintió abrumado porque ya no tenía una sola aula y un único maestro, sino que tenía que cambiar de aulas a lo largo del día para tomar clases con maestros diferentes.

Ese fue el momento en que Tracie decidió educar a Spencer en casa.

«Gracias, mamá»

Lo primero que hizo fue asistir a la conferencia anual de la Red de Información para Hogares Cristianos (INCH, por sus siglas en inglés), la principal organización de educación en casa de Michigan. 

«Me metí de lleno», dice Tracie. «Desde entonces he ido todos los años».

Libre de distracciones y con la posibilidad de perseguir sus intereses en su nuevo programa de educación en el hogar, Spencer sobresalió académica y personalmente.

«El primer día que empecé a estudiar en casa fue uno de los mejores de mi vida», dice. «Aprendí mucho más de lo que aprendí durante mi tiempo en la escuela».

Tracie confirma la gratitud de su hijo por poder estudiar en el hogar, diciendo: «Durante el primer año y medio, Spencer me agradecía todos los días por dejarlo estudiar en casa».

Spencer dice que ha seguido concentrado en la lectura de una gran variedad de géneros, desde las fábulas de Esopo hasta las epopeyas de Homero.

A través de una colaboración a tiempo parcial con una secundaria local, Spencer también se conectó con el torneo Quiz Bowl, en el que los equipos responden a preguntas de una amplia variedad de temas, como historia, ciencia, literatura y eventos actuales. En los dos últimos años, ayudó a su equipo a ganar el primer lugar en varias ocasiones.

Un robo convertido en ganancias

En este momento, el proyecto más importante de Spencer es su floreciente negocio de venta de jabones y lociones de lujo.

Su éxito no sólo le ha reportado ventas, sino también la atención de medios de comunicación locales y la oportunidad de presentarse ante un público nacional.

Pero, curiosamente, todo comenzó como respuesta a un pequeño crimen.

Según cuenta Spencer, a él y a un amigo les robaron las bicicletas en la puerta de un restaurante local. Su padre accedió a reponerle la bicicleta con la condición de que Spencer se la pagara en el futuro.

Y así, como una forma de ganar dinero para cubrir el costo de la bicicleta, nació la idea de ExpeditionSoaps.com

Después de varios meses de preparativos, Spencer lanzó el negocio en septiembre de 2016.

«Yo diseñé el logotipo y el sitio web», dice. «Fue un verano intenso».

Empezó ofreciendo una docena de jabones orgánicos de manteca de karité y aceites naturales. En respuesta a las opiniones de los clientes, Spencer ahora comercializa más de 60 productos, incluyendo lociones y mantecas corporales y acaba de introducir bombas de baño.

Su presupuesto para publicidad es mínimo; sin embargo, Spencer se ha esforzado especialmente en las ventas personales: ha trabajado en unas 30 exposiciones y ferias comerciales.

«Me encanta, porque realmente puedo interactuar con el cliente de tú a tú y salir de mi caparazón», admite.

Dar de regreso

Los objetivos a largo plazo de Spencer incluyen hacer crecer su negocio y ofrecer una alternativa a las recaudaciones de fondos tradicionales. Creó ExpeditionSoapsFundraising.com para ofrecer a las organizaciones una forma de recaudar fondos y a la vez hacer que sean conscientes de la salud.

También quiere crecer en su propia capacidad de hacer donaciones benéficas. En abril, por ejemplo, donó a la Asociación Estadounidense de Autismo y Asperger.

«Para mí es muy importante dar de regreso a la comunidad», afirma.

Este otoño, Spencer planea inscribirse en clases universitarias de doble matrícula, con el objetivo de asistir en un futuro, a la Escuela de Negocios Wharton en la Universidad de Pensilvania.

«Allí estudió Donald Trump y mira hasta dónde ha llegado», bromea.

Pero más que nada, Spencer quiere animar a otros como él.

«Los chicos de mi edad son el futuro», afirma. «Tener autismo o Asperger no es una limitante.

Seas quien seas, «diseña tu propio camino en la vida», insiste.