¿Así que está educando a su hijo de secundaria en casa y tiene algunas dudas sobre su futuro? Tal vez se esté preguntando «¿cómo preparo a mi hijo para la universidad?», «¿cómo apoyo a mi hijo a elegir una universidad entre tantas opciones?» o «¿cómo sé qué universidad es buena para mi hijo?»

Tenga la certeza de que las universidades de hoy en día tienen una opinión favorable de los estudiantes educados en casa, así que puede tomar las medidas necesarias para preparar a su hijo con toda confianza. Además, no está solo: ¡caminemos juntos!

Todo comienza con la elaboración de un plan personalizado de preparación para la universidad, lo antes posible.

Para que su hijo se entusiasme y se comprometa con la planificación, puede abordarla como un equipo: exploren sus intereses profesionales, discutan opciones de cursos y anoten los cursos propuestos en un plan de secundaria de cuatro años. Aquí tenemos un formulario de un plan de secundaria de cuatro años en blanco que los miembros de HSLDA pueden descargar y llenar.

También podría considerar la posibilidad de invitar a su hijo a profundizar un poco más a través de pruebas de interés profesional y oportunidades para la observación de actividades laborales. Tener claridad sobre el posible camino profesional de su estudiante les ayudará a juntos elegir los cursos de secundaria que mejor le preparen para los estudios universitarios relacionados con esa profesión.

Por supuesto, es útil tener en cuenta que, de ser necesario, este plan general de cuatro años se puede ajustar en la marcha para cumplir con los requisitos de cursos para la admisión a universidades específicas.

También es alentador saber que los cursos que se encuentran en un plan de preparación para la universidad equipan a su estudiante con mucho más que conocimiento académico. Este tipo de cursos pueden ayudar a su hijo a desarrollar las habilidades que necesitará para tener éxito en la universidad, como ética laboral, capacidad de investigación, técnicas de estudio y habilidades de gestión del tiempo.

Aquí hay tres planes típicos de cursos de preparación para la universidad (con ejemplos de planes universitarios adjuntos al final de esta publicación):

Promedio: un mínimo de 24 créditos por lo general.

Fuerte: aproximadamente de 26 a 28 créditos, con cursos de matemáticas y ciencias de nivel superior, así como cursos adicionales de ciencias sociales, historia e idiomas extranjeros.

Riguroso: 28 créditos o más, con cursos AP® (Advanced Placement) y de matriculación doble, altamente recomendables.

El grado de «solidez» del programa de secundaria de su estudiante dependerá de la cantidad de créditos obtenidos y el número de cursos avanzados estudiados, entre los que se incluyen cursos de AP® (Advanced Placement) y cursos de matriculación doble (tomados en un colegio local o a través de un programa de educación a distancia). Los cursos avanzados son una buena manera de que su adolescente demuestre que está listo para la carga de trabajo que se requiere en la universidad.

Otra forma de potenciar el programa de secundaria de su hijo y su atracción a los funcionarios de admisiones universitarias es incorporar clases de fuentes externas y cursos evaluados por personas fuera de la familia. Como beneficio adicional, los instructores externos pueden proporcionar excelentes cartas de recomendación, que a menudo son necesarias durante el proceso de admisión.

Otros beneficios que se podrían obtener de las clases externas:

  • interacciones dentro de un entorno grupal
  • exposición a diferentes estilos de enseñanza
  • evaluación de calificaciones por un tercero
  • desarrollo de habilidades para tomar notas
  • fechas límite para entregar trabajos
  • crédito universitario para cursos de matriculación doble
  • desarrollo de habilidades de gestión del tiempo

Un buen momento para que su hijo se sumerja más profundamente en lecturas de buena literatura sería alrededor del grado 9 o 10. El vocabulario de un adolescente puede ampliarse significativamente leyendo con regularidad a los clásicos y otros buenos libros.

Además, nunca es demasiado pronto para que su hijo adolescente participe en actividades extracurriculares (como clases de verano, formación en liderazgo, excursiones o viajes en grupo, etc.) que puedan llamar la atención de las universidades.

En todo programa de preparación para la universidad, el último año de secundaria debe constar de una carga completa de cursos de nivel superior. Las universidades consideran que el último año es un buen indicador del nivel de preparación del estudiante, por lo que debe ser académicamente desafiante.

Ahora ya tiene algunas herramientas útiles para empezar a preparar a su hijo adolescente para la universidad... ¡qué bien!